Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
El regreso a clases presenciales de 30 millones de estudiantes del nivel básico, media y superior, en el país, es una barbaridad del Gobierno Federal, obstinado en el retorno a las aulas, desde el punto de vista social, político, cultural o económico; no es posible, debido a que no existen las condiciones, ni porque el semáforo este en verde.
El anuncio fue hecho por el Secretario de Salud del Gobierno Federal y la Secretaría de Educación Pública, que a leguas se ve que están actuando con premura por intereses políticos y como medida para la reactivación económica, más no para mejorar la calidad de la educación de las nuevas generaciones.
Es una aberración, lo manifestado por el Secretario de Salud del Gobierno Federal, Jorge Alcocer, poco versado en materia educativa, quien reiteró que por instrucciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se está previendo el regreso a clases presenciales bajo ciertas medidas de seguridad, argumentando que es por el bien de un derecho que tienen los educandos a una educación de calidad y rendimiento, que solo se puede dar en las aulas, los alumnos y la presencia de los maestros.
El regreso a clases presenciales, que se suspendieron hace un año por los efectos de la pandemia del COVID-19 para evitar los contagios en los maestros, alumnos y padres de familia fue una buena medida del Gobierno Federal, pero tratar de retornar a las aulas, no se concibe, cuando estamos en pleno auge de la pandemia a nivel nacional- 195 mil muertes de mexicanos, solo como referente para cavilar acerca de esta medida precipitada que pone en riesgo la salud de la comunidad escolar.
Ni vacunando a todos los maestros del país, ni a los adultos mayores es garantía para el regreso a clases, que se prevé, se irán incorporando paulatinamente después de la Semana Santa, lo cual no debe ser mientras existan entidades con semáforo verde y los demás estados en amarillo, anaranjado o rojo. ¿Y los alumnos cuando se vacunarán?
No pueden regresar a clases presenciales en algunos Estados, si los demás están saturados del COVID 19, eso no. México es un todo y no se le debe tomar en partes, ya que el combate de la pandemia se verá cuando el virus se extermine uniformemente en las 32 entidades del país de manera paralela y científicamente para que el regreso sea a unísono, todos los Estados o ninguno, eso sería, la mejor fórmula de un gobierno que trabaja con estrategias y programas para el bien de la salud de los mexicanos.
No es saltando como el chapulín, el manejo del regreso a las aulas, es decir, unos Estados, sí, y otros no, eso demuestra desidia e indiferencia y poco amor a las nuevas generaciones, que sin duda se pondrán en riesgo ante el COVID- 19, esto demuestra que el gobierno mexicano no ha trabajado uniformemente en el combate del padecimiento, más bien, su trabajo no se ve.
La interrogante es ¿porque, el gobierno federal y los estatales, salvo excepciones, están tan urgidos del retorno a clases presenciales argumentado situaciones políticas o bien para reactivar la economía del país? Será porque piensan que vacunando a los maestros como se hizo en Campeche, sin una programación previa, que no estaba contemplada, solo porque esta entidad estaba en semáforo verde, pero que luego pasó a naranja y nuevamente brincó a verde.
El semáforo epidemiológico, ya no sirve, porque se manejan de acuerdo a las circunstancias políticas de cada entidad de la República Mexicana, son un escaparate político, que tocan al son de las condiciones socioeconómicas y políticas de cada territorio, sin embargo, la realidad es otra ante el aumento de los contagios de la pandemia a los 2 millones 169 mil casos.
México ocupa el decimotercer lugar mundial en número de contagios y el tercer lugar en número de muertes por la fatal pandemia, sin embargo, no hay freno del padecimiento, por consiguiente, no hay condiciones para el regreso a clases. Esto es un crimen.
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